sábado, 17 de junio de 2006

Este domingo: al Prado



Seguro que hay que madrugar y esperar cola..pero vale la pena ir al Prado un domingo por la mañana..bien tempranito.


Os propongo visitas cortas solo por escuela o autor...porque darse un atracón a cuadros no es bueno ni para la retina ni para el agotamiento físico. Es aconsejable prepararse algo de lo que vamos a ver en Internet hay mucho material..también es interesante tener a mano las fuentes literarias o históricas de las obras.  

Por ejemplo:una visita a las pinturas mitológicas de Rubens o Velázquez acompañan a la perfección con el imprescindible librito de las Metamorfosis de Ovidio. 
Es maravilloso saber que la entrada es gratuita..y poder perderse por allí..muchas mañanas de domingo.. Al fin de la jornada..se puede uno dar un paseo hasta la calle Rafael Salgado 11..y tomar el aperitivo en José Luis. 


El banquete de Tereo. 

 



Y como propuesta: este escalofriante  cuadro que Rubens pintó para la torre de la Parada.

¡Ya no hace falta ir al cine para sentir auténtico pánico  basta con detenernos ante él y leer el texto de Ovidio del cual he puesto un pequeño párrafo. 

También Lope de Vega tiene un poema sobre el tema: La Filomena. 

Progne y Filomena se vengan de Tereo dándole como banquete a su propio hijo..y comunicándose después. 
¡Hay tanto que descubrir en cada obra..en cada autor...Rubens no era solo el pintor de "mujeres gordas", como quizá se le conoce popularmente. Atreveros a descubrir mas allá del libro de texto. 

Él mismo, sentado en su solio ancestral Tereo alto, se ceba y en su vientre sus entrañas acumula y –tanta la noche de su ánimo es–: “A Itis aquí traedme”, dijo. Disimular no puede sus crueles goces Progne, y ya deseosa de erigirse en mensajera de su propia calamidad: “Dentro tienes a quien reclamas”, dice. Alrededor mira él y dónde esté pregunta: mientras lo busca y de nuevo lo llama, como ella estaba, asperjados de su sangría de furia sus cabellos se abalanzó y de Itis la cabeza cruenta Filomela le lanzó a la cara de su padre y en ningún momento más quiso poder hablar y con las merecidas palabras testimoniar sus gozos. 


Metamorfosis de OvidioLibro Libro VI.Tereo Progne y Filomena.

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