jueves, 9 de noviembre de 2006

Un ser divino...


LA CAIDA DE UN ICARO

No puedo negar que un día
llegué a pensar sobre él
que era demasiado abstracto
para poderle querer.
No es que fuera tan perfecto,
pero si le comparé
con un gigante a mi lado
que a tal nivel no llegué.
No me atrevía a pensarlo
por lo absurdo de mi idea
le creía un ser divino
aunque cual mortal viviera.
Nunca pude imaginarme
que al final de su función
él acabará con otra
asesinando a Platón,
matando esas mil ideas
de la belleza ideal
copia de naturaleza,
marmol por dentro de cal.
Y ese amor que nos cantaba
lo sutíl de la emoción...
tomó la forma terrena
en alguien que no era yo.
"Tus ideas tan sublimes
has devorado a traición
el amor no está en la tierra...
ese verdadero amor,
y tú le has dado apellido
forma, cuerpo y dirección
que seas feliz, si es que puedes,
con tu nueva situación...
...y que al llegar la caida
encuentres la solución
y tus alas derretidas
no sueñen mas con el sol".
Recuerdamé como aquella
que en un exámen osó
a escribir que" solo ama
el que vive en el dolor".
1987.
Aprendiz de primavera.

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