martes, 25 de septiembre de 2007

Los mal pensados y los bien pensados






En la nieve hay un cadáver. El petirrojo lo va cubriendo de hojas secas. Llega gente. Unos dicen del petirrojo:

-Si lo ha cubierto de hojas ha sido por piedad, por ocultarlo a los buitres: hasta las aves son de buen corazón.

Otros dicen:

-Si lo ha cubierto de hojas es porque así nacerán antes, debajo, miles de larvas: para vivir de ellas; es por egoísmo: hasta las aves son de mal corazón.

Pero los primeros, hasta cuando saben lo malo, necesitan muchas veces pensar bien: porque si fueran petirrojos están seguros de que serian de la clase de petirrojos que dicen. Mientras que los segundos necesitan siempre pensar mal: porque son así, malos, hasta cuando ocurre que aciertan, hasta cuando ocurre que dicen la verdad.

"Los mal pensados y los bien pensados" es una fábula de Tomás Meabe, fundador de las Juventudes Socialistas.

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