miércoles, 2 de enero de 2008

ídolos rotos




Cayó el telón borrando aquella historia
y apareció brillando la verdad
la intachable ilusión quedó en escoria
y a mi se desnudó la realidad.
¡Pobre muñeco de cartón en diluvio!
¡Pluma en las manos del fiero vendaval!
¡Castillo que en la arena de la playa
del agua espera el abrazo mortal!
¡Lactante en una jaula de leones,
la mano que jamás a de llegar
en el último instante de caída,
al abismo infernal!
Eso eres tú, sombra en la sombra
muerto que no logró resucitar
viento en el viento, esa invención creada,
por mi cabeza y mi alma en soledad.
Tú no eres el, aquel que yo soñaba
aquel a quien juré fidelidad
solo el soporte de un amor eterno
que en tu recuerdo yo quise modelar.
Tomé tu imagen cual ídolo divino,
quise crearte igual que lo hace Dios,
ya estas creado y hoy se que no eres ese,
¡Qué vana y pobre mi loca pretensión!
No eres culpable, lo fue mi absurda muerte
pues sobre un lienzo mi sueño te pintó
hoy contemplé tu cuadro que marchitó,
como el de Dorian Gray envejeció.

Aprendiz de primavera.

Oleo: Dorian Gray.Jesse Young

4 comentarios:

  1. feliz

    Zoo8, con z de Zapatero

    besis
    mateos

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  2. jejeje,como eres Mateos..!
    No es un post muy festivo que digamos, pero me sumo a tu lema...
    Feliz Z008, con Z de Zapatero.
    besis.

    Venga, te dedico el próximo post.

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  3. Hummm...
    Te regalo este cuento, a cambio de tu hermosa poesía. Perdona las erratas, pero si lo releo me arrepentiría y no te lo enviaría.
    Besos.

    “Se cuenta de un niño al que un día las hadas le preguntaron:
    -¿Qué deseas?
    Y con toda la ilusión que sólo un niño puede tener, éste contestó:
    -¡Aventuras! ¡Los mayores desafíos contra los seres más monstruosos! ¡Conocer los lugares más alejados de la Tierra! ¡Y luchar con mi espada sin descanso!
    -¿No te da eso miedo?
    -NO
    -¿Y qué pasará si te hieren, si mueres, si sufres?
    -¡Seré un valiente caballero! ¡No tengo miedo! ¡Deseo la aventura!
    -Sea, pues. Pero recuerda que la aventura tiene siempre algo de inesperado.
    Paso el tiempo, el niño creció. Se hizo hombre. Olvidó su encuentro con las hadas. ¡Qué tontería! Las hadas no existen, y las aventuras fantásticas tampoco. La vida pasó, a veces le acompañó, a veces lo dejó solo. Envejeció, pero intento siempre ser un buen hombre y levantarse siempre ante cada revés de la vida.
    Enfermó de muerte. Era ya un anciano. Cuando los familiares que lo acompañaban dejaron un momento su habitación apareció un hada. Nuestro hombre la recordó con sorpresa. Creyó que era una alucinación.
    -¿Te gustó las aventura?
    -¿Qué aventura? Me engañasteis, hadas mentirosas.
    -No. Luchaste como un niño. Y lo eres. Los monstruos del tiempo te hirieron rodeándote cada vez de un cuerpo más gastado. Pero dentro de ti, sigue viviendo el niño. El niño no ha muerto. Ha vencido, porque estás sonriendo.
    Efectivamente, el hombre sonreía. Y así, inmensamente feliz, cerró los ojos y murió, para ser siempre un niño victorioso.”

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  4. Realmente hermoso, querido Devenido.
    Una lección para todos.
    Sigo reivindicando la idea de recuperar el espíritu de los niños, su incansable ilusión, su tierna ingenuidad, su capacidad de ser felices inventando historias.
    Idea maravillosa: morir anciano con alma de niño.
    un abrazo y gracias.

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