lunes, 14 de enero de 2008

Hoy siento mas el Aspero Mundo...




(1956).

Ha llegado el día que el mundo se torna mas áspero que nunca, con la pérdida de Ángel Gonzalez.
Se ha ido en silencio, una fría madrugada de un sábado de enero.
Resulta extraño comprender que su vida haya terminado por una crisis respiratoria, cuando todos sabemos que los poetas no necesitan el aire para respirar, viven en otra atmósfera.

Todos tenemos una poesía de nuestra vida, la que nos marca para siempre, y la mía siempre fue una suya: "Muerte en el olvido" algo, que afortunadamente nunca ocurrirá con su recuerdo y sus versos.

Angel Gonzalez nació en Oviedo, el 3 de septiembre de 1925.
Su infancia se vio marcada por la muerte de su padre, fallecido cuando el poeta, apenas contaba dos años de edad.





Con solo 5 años, en Carnavales.


La disolución del seno familiar continuó durante la Guerra Civil Española, donde su hermano Manuel fue asesinado por el bando franquista en 1936.Posteriormente su hermano Pedro se exiliaría durante el mismo proceso.



Con su madre y su hermana.



En 1943 enferma de tuberculosis e inicia un lento proceso de recuperación en Páramo del Sil, es entonces cuando fomenta su afición a la poesia.

(El poeta es el segundo de la derecha, empezando por la parte inferior con sus compañeros de bachillerato.)

Tras tres años, decide estudiar derecho en la Universidad de Oviedo. Luego en 1950 comienza a estudiar periodismo en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid.

Su experiencia de la guerra será plasmada en Áspero mundo (1956), su primera
publicación y con la que obtendría un accésit del Premio Adonais.



Tras la publicación de su segundo libro, Sin esperanza, con convencimiento (1961), Ángel González pasó a formar parte del grupo de poetas conocido como Generación del 50 o Generación de medio siglo.


(De izquierda a derecha: Juan Marsé, Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma , Angel Gonzalez y José A. Goytisolo.)

-En 1962 es premiado en Colliure con el Premio Antonio Machado por la publicación de su libro Grado elemental.
-El año 1970 es invitado a dar conferencias a la Universidad de Nuevo México en Albuquerque. Posteriormente sería invitado como profesor durante un semestre.
-En 1973 pasa por las Universidades de Utah, Maryland y Texas bajo la misma condición, regresando en 1974 a la Universidad de Nuevo México como profesor de Literatura Española Contemporánea.

-En 1985 le conceden el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
-En 1991 el Premio Internacional Salerno de Poesía.
-En enero de 1996 fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua Española. El mismo año además obtuvo el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

-Ángel González en 1992 cesa sus funciones como profesor.
-En 2001 obtiene el Premio Julián Besteiro de las Artes y las Letras.
-En 2004 se convierte en el primer ganador del Premio de Poesía Ciudad de Granada-Federico García Lorca.

-El último mes de diciembre (2007), fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo.Se puede decir, que fue su último galardón.




(Con Millás en Oviedo.)



De sus mas recientes colaboraciones, esta el prólogo de un éxito musical, como fue Lágrimas negras.


Paseando por su obra...deleitemonos con una pequeña selección de algunos de sus poemas recitados por el mismo o interpretados por Pedro Guerra en el disco-libro que realizaron juntos: La palabra en el aire.




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Elegido por aclamación.

Sí, fue un malentendido.
Gritaron: ¡a las urnas!
y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego.
Era pundonoroso y mató mucho.
Con pistolas, con rifles, con decretos.

Cuando envainó la espada dijo, dice:
La democracia es lo perfecto.
El público aplaudió. Sólo callaron,
impasibles, los muertos.

El deseo popular será cumplido.
A partir de esta hora soy -silencio-
el Jefe, si queréis. Los disconformes
que levanten el dedo.

Inmóvil mayoría de cadáveres
le dio el mando total del cementerio.



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Inventario de lugares propicios al amor

Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve.
Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia (con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
¿A dónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.



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Eruditos en campus

Son los que son.

Apacibles, pacientes, divagando
en pequeños rebaños
por el recinto ajardinado,
vedlos.
O mejor, escuchadlos:

mugen difusa ciencia,
comen hojas de Plinio
y de lechuga,
devoran hamburguesas,
textos griegos,
diminutos textículos en sánscrito,
y luego
fertilizan la tierra
con clásicos detritus:
alma mater.

Si eructan,
un erudito dictum
perfuma el campus de sabiduría.

Si, silentes, meditan,
raudos, indescifrables silogismos,
iluminando un universo puro,
recorren sus neuronas fatigadas.
Buscan
-la mirada perdida en el futuro-
respuesta a los enigmas
eternos:

¿Qué salario tendré dentro de un año?
¿Es jueves hoy?

¿Cuánto
tardará en derretirse tanta nieve?






El otoño se acerca

El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.




Por ultimo, de mi pequeño homenaje, rescato algunos de los ingredientes de la receta que dio Ángel Gonzalez para hacer un poema en los Cursos de verano de San Lorenzo del Escorial,(2003).

Primer paso: La lectura de poemas.
"El sentimiento por sí solo no vale nada. Tampoco es cierto que el poeta sienta de un modo especial"."Todo poema procede de un poema"

Segundo paso: la motivación:
"El poema tiene que ser necesario, tiene que haber algo, una sacudida interna, que me mueva a escribir".
ese "algo" puede ser "una extrañeza de la realidad, algo que toma una nueva luz o un nuevo color y que pueden ser las propias palabras".

Respecto a la inspiración, el poeta dice:
" son el desasosiego o el desacuerdo con la realidad o conmigo mismo otras fuentes de inspiración para mis poemas".

Sin embargo, "inspiración" no es un término de su gusto: -"Me gusta más utilizar la palabra 'ocurrencia'. No en el sentido de ideas que surgen, sino más bien cosas que pasan. Al igual que pasa un autobús delante de mí, pasan las palabras por mi cabeza".

Construye sus poemas a partir de unos primeros versos, de unas primeras palabras en las que siente la necesidad de prolongarlas. El poeta parafraseó a Paul Valery y dijo: "los primeros versos vienen de los dioses; el resto, del trabajo".

"Cuando escribo estos primeros versos, no sé a dónde van. Puede parecer algo espontáneo, pero es una espontaneidad trabajada·"

Tercer paso: La Realidad.
"A pesar de que el realismo ha recibido muchas críticas, yo estoy de acuerdo con que mis poemas son realistas, si aceptamos el término como una convención literaria"

"Yo no confundo la literatura con la realidad, pero, a partir de la realidad, la imaginación puede y debe realizar el acto poético".

Finaliza esta receta con una hermosa reflexión, que a todos los que alguna vez hemos cogido un papel y lápiz para hacer un verso, nos ha pasado:

"Al principio, era un acto reflejo, fruto de una lectura ávida y de querer hacer lo que hacían los poetas que me gustaban. Los resultados eran, lógicamente, plagios infames".

Descanse en Paz, querido Ángel González, en el suave arrullo de sus mismos versos:



INMORTALIDAD DE LA NADA

Todo lo consumado en el amor
no será nunca gesta de gusanos.

Los despojos del mar roen apenas
los ojos que jamás
—porque te vieron—,
jamás
se comerá la tierra al fin del todo.

Yo he devorado tú
me has devorado
en un único incendio.

Abandona cuidados:
lo que ha ardido
ya nada tiene que temer del tiempo

-ANGEL GONZALEZ-







Cronología detallada.
Fuente de algunas imágenes de este post.
Enlaces y entrevistas.


2 comentarios:

  1. Coincides hermosamente con Lucía y la Muerte en el olvido.
    O puede que en esta tesitura coincidamos todos...

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  2. Ya le dije a Lucia en su blog, que, una declaración de amor como esta, no puede dejar de fascinar a muchos.

    Abrazos.

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