domingo, 6 de enero de 2008

Recien casadas ante faunas hostiles.





Es un delicioso ejercicio para el recuerdo, dedicar una tarde perdida (ante una chimenea llameante y una aromática taza de té afrutado) a visionar dos películas que dejaron una grata impresión en mi memoria, cuando las vi de niña.
Por eso, decidí volver a recordarlas, sabiendo que saldrían de ellas muchos matices, muchas nuevas visiones, otras percepciones que dan los años.

Las dos fueron films de gran éxito, no solo por sus argumentos sino por la relevancia de sus interpretes:
"La senda de los elefantes" y "Cuando ruge la marabunta".

Con este secreto desvelado, ya sabréis el porqué del título: Dos ilusionadas mujeres recién casadas, encuentran situaciones completamente sorpresivas e inesperadas.
Por un lado, los problemas vienen de la Naturaleza, ya en forma de temibles elefantes -con memoria- o imparables hormigas rojas devoradoras de todo lo que encuentran a su paso.
Pero lo que quizá no habían reparado, es que además de luchar contra estas faunas hostiles, enfermedades, o sirvientes sospechosos, su principal problema está en sus recién estrenados maridos.

Una radiante Liz Taylor interpreta a una joven librera, que en un Londres decaído por la Segunda Guerra Mundial, encuentra la llave a la aventura y al amor en Peter Finch, heredero de una enorme plantación de té en Ceylan.(Actual Sri Lanka)



Eleanor Parker, es una hermosa mujer que roza la perfección, embarcada en la arriesgada aventura de casarse por poderes con Charlton Heston, un tipo trabajador, que levanta en solitario todo un imperio y que tiene como obsesión "estrenar todo".






Ambas, descubren sus nuevos hogares suntuosos, y también descubren que sus nuevos maridos no son lo que prometían.

Liz empieza a sentir preocupantes sospechas, cuando sabe que el bungalow donde vive, es un terreno ursurpado a los elefantes, que durante siglos, pasaban en busca de agua por delante de lo que ahora es su "mismísimo salón"



Eleonor comprueba que su marido, siquiera ha ido a recibirla a su llegada y por mas que quiere entablar una relación fluida, el contraataca con miedos y complejos absurdos.
Es todo un hito en la historia del cine la escena del piano, pues su diálogo representa una metáfora de carga sexual, ante el obstinado y rancio discurso sobre la virginidad de Heston.La respuesta de una mujer segura ante un hombre perdido y acomplejado.

-Señora… Ha visto usted mi casa, tardé siete años en construirla, un auténtico milagro en el corazón de la selva. La gente se reía de mí, de mi afán por conseguirla, pero yo no hice caso, quería rodearme de las cosas hermosas de la vida. Crear una familia y poder ofrecerle una casa de la que me sentí siempre orgulloso, en unas tierras que arrebaté a la selva y al río sólo con mi voluntad. ¡La única exigencia que yo imponía era que todo cuanto subiese por el río fuese nuevo, que valiera la pena! Por ejemplo, ¡el piano ante el cual se sienta jamás fue abierto por nadie antes de su maldita llegada!

-Si usted supiera más de música, se daría cuenta de que un piano suena mejor cuando se ha tocado. Este no es un buen piano…




Como veis, nuestras protagonistas tienen sus problemas domésticos, Liz, tiene que pelear con el sirviente del anterior Gobernador, el fiel appuhamy ...¡Cuantas similitudes hay en este film con Rebeca!..misterio, habitaciones cerradas con llave, sirvientes hostiles,memorias de difuntos presentes, incendios..! hasta la música es del mismo compositor en ambas películas.

Además del recuerdo de su todopoderoso suegro, que todo lo llena, su marido se distrae con fiestas que nos regalan escenas bastante humorísticas, como los juegos de polo sobre bicicletas en las fiestas con sus amigotes borrachines.



Un accidente del marido de Liz en estos juegos, será la ocasión, para que su ayudante de confianza, Dana Andrews, surja como salvación a los primeros desengaños y agobios de la recién casada.A ella se le ofrece para salir de ese tormento, con una escena de beso, censurada en España, por suponer una prueba de adulterio.



Eleonor no encuentra por su parte consuelo en ningún otro hombre.
Tras una escena, que hoy día podría ser considerara un maltrato en toda regla (Heston borracho, se avalancha contra ella y la arroja el perfume que la compró exigiéndole mantener relaciones sexuales) la pelirroja decide irse dando por abandonada su esperanza de tener una relación civilizada.




Como veis, hemos llegado al mismo punto: las dos mujeres deciden abandonar, pero las dos cambian de opinión por dos hechos inesperados: la aparición de cólera y la aparición de la plaga de marabunta.

Entonces Liz, empieza a comportarse como una mujer entregada, luchadora y responsable y descubre las bondades de su marido, también dedicado a contrarrestar los desastres de la enfermedad, aun así, Dana Andrews y Liz, tienen pensado irse juntos cuando se acabe la cuarentena.



Y en una encarnizada batalla contra un ejercito imparable de hormigas, encontramos a Eleonor y Heston; parece que la fatalidad les une y juntos deciden salvar lo construido olvidando tiranteces, incluso consumando su tormentoso matrimonio.



Impresionante naturaleza que se rebela contra el hombre: la manada de sedientos paquidermos, le hace un favor a Liz, acabando con todo el imperio construido sobre su senda, incluido el fantasma de su suegro y devolviéndole un marido dispuesto a empezar de cero.Dana Andrews, ve que no hay nada que hacer y desaparece.



Heroica lucha entre el fornido Heston y unas diminutas pero inacabables hormigas voraces, solo la fuerza del agua de una presa dinamitada, ahoga la marabunta.




Después de la tempestad...viene la calma.






Las dos esposas, pueden empezar su vida en paz, lejos de la hostilidad de la fauna
...(y con sus maridos ya entrados en razón).

¡Menuda aventura: la de la naturaleza salvaje y la del Matrimonio.!

3 comentarios:

  1. TE DEJADO EN MI BLOG UN POST DE AGRADECIMIENTO POR TU AYUDA

    MUCHAS GRACIAS POR AYUDARME

    VICTOR

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  2. Además, las dos películas fueron estrenadas en 1954, producidas por la Paramount pictures y el principal papel "nativo" lo tuvo en ambas el actor Abraham Sofaer.

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