Satén rojo voló
junto al deseo
-la dueña de sus sueños-
la ocasión no acabada desespera,
el incesante empeño...
Volando se estrelló
contra sus ojos,
clavados en sus senos,
fulminante mirada ambivalente
ternura y pasión llenos.
Las alas se dejó
con la aventura,
-no calculó el terreno-
satén rojo dormita en la locura,
de aquel amor sin freno.
Aprendiz de primavera.
Vine:Danapra.
¿Quién no ha perdido alguna vez las alas, aterrizando desde cielos de locura?
¿Quien no ha tenido alguna vez un Satén rojo?
Oh, tentación, ¡aléjate de mí, no me pierdas...!
ResponderEliminarJejejej, aqui, lo unico que se pierden, son las alas...
ResponderEliminarY desdramatizando un poco, lo primero que se me vino a la cabeza al ver las alas teñidas de rojo vino de la foto de esta "aprendiz de icaro", fueron esos pollitos de colores(reales no peluches) que vendian en el Metro, cuando era niña.
Recuerdo que siempre me resultó contranatura, los teñian de todos los tonos, amarillos, morados...
en su cajita de cartón esperaban dueños.
¡Menos mal que nunca me compraron uno!creo que terminaron prohibiédolos.
No me extraña, era para morirse de pena.
ResponderEliminarEn cuanto a la tentación, creo que se pierden algo más que las alas ;)
amiga de blog
ResponderEliminarcuidate mucho
http://www.artmajeur.com/giuseppebagattoni/