miércoles, 18 de noviembre de 2009

La hija de las montañas.






Dicen que andaba el dios Siva meditabundo y afligido, con la pérdida de su amor Sati;
Estaba lo suficientemente abatido como para reparar en la belleza de la doncella Parvati; la hija de las montañas.

Andaban los dioses sumamente preocupados, por el demonio Taraka, y solo un poderoso hijo de Siva y una nueva compañera, podría devolverles la calma.

Fue entonces cuando se decidieron a lanzar flechas del amor a Siva, para que se enamorase de Parvati.El encargado fue Kama, el dios del amor, que fue fulminado por el mismo dios Siva, por entrometerse, acabando asi, con el plan de seducción.

Parvati, loca de amor, se entristeció al ver que ni con su hermosura era capaz de seducir al gran dios, por lo que decidió probar convirtiendo su vida en un calvario de privación y sacrificio, huyendo de las tentaciones y dedicándose a la meditación, con el fin de lograr la admiración y el amor de su adorado.

Fue así como la encontró un día un sacerdote, que la preguntó como mortificaba tanto su hermoso cuerpo, por alguien que no lo merecía, que solo era un eremita lleno de defectos y manías.

Pero Parvati, no cesó de defender a su amado, hasta tal punto que huyó del sacerdote que la increpaba hablándole mal de Siva.

Justo en ese momento, el sacerdote, se transformó en Siva, que le confesó sentirse conmovido por tanto amor, por tal devoción y pidió su mano sin tardanza.

Al poco tiempo, nacería de la unión, Ganesh, poderoso heredero con cabeza de elefante, capaz de enfrentarse contra Taraka.




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