miércoles, 10 de febrero de 2010

cuello, cabello, labio y frente




Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.



En mis diarios desplazamientos en Metro, he descubierto el placer de reencontrarme con los clásicos y así cada día tengo un espacio para mi, para perderme en un soneto o releer textos de juventud.

Sin duda el reencuentro con la poesía de Luis de Góngora, (aquel que tantos quebraderos de cabeza nos daba su enrevesada manera de escribir en el Bachillerato ) ha sido un placer gratificante.
La cercanía del Carnaval nos devuelve como las olas a la playa, esa liviana sensación del Carpe diem esencia del poema que hoy os dejo.


El ser humano seguramente, por algún resorte de su cerebro, no piensa constantemente en el fin de su existencia, aunque sabe de ella.
Aún así, los hay que se sienten asaltados puntualmente por esta sensación de fin.

Góngora, a pesar del pesimismo que caracteriza frecuentemente su estilo, nos regala la mas bella muestra de metáforas de belleza y juventud, con el único fin de animarnos a vivir intensamente la vida, pues el tiempo las convertirá finalmente en NADA.

Así lo material: oro, plata, cristal; lo vegetal: lirio, clavel...se convierten en competidores sin posibilidades ante la Belleza Física, Belleza con mayúsculas de la mujer: cuello, labio, frente, cabello...

Solo se menciona la Belleza Física, por eso nos avisa de su pronta caducidad con su cultismo que convierte cada palabra, sutilmente elegida, en una imagen metafórica habilmente empleada.

Antes de que el tiempo nos convierta en tierra, humo, polvo, sombra y nada, vivamos el presente de nuestra belleza marchitable.


1 comentario: