martes, 25 de octubre de 2011

El anzuelo


Fue mi boca tu presa y tu lengua el anzuelo.
El anzuelo: clavas y posees.


No sueltas sedal, ni recoges ni tensas
y ahí me encuentro perenne.

Fue tu fuerza mi droga, tu ternura mi cebo.

El anzuelo: penetra y persiste.

Sirena varada, enganchada a tu boca,
bañada en tus fluidos.

Es inútil buscar nuevos rios o mares.
El anzuelo: si lo sueltas me matas:
me desangro en tu ausencia,

sin tus tirones sabios.

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